A pesar de haber desaparecido millones de años atrás, los dinosaurios han vuelto a estar entre nosotros durante estos últimos meses.

¿Cómo comenzó todo esto?

Empezamos a investigar, leímos, nos contamos lo que cada uno sabía, vimos una película, navegamos por Internet, vimos CD-Roms, fuimos al museo, miramos ilustraciones...

¿Cómo surgió la muestra?

Pensamos que debíamos encontrar la manera de volcar artísticamente todo lo que habíamos aprendido.  Se nos ocurrieron tres formas:

Dinosaurios Gigantes

En una primera etapa nos dividimos en grupos.  Cada uno investigó acerca de un dinosaurio con la idea representarlos a “tamaño natural”.  Nos preguntamos ¿Cuántos hombres entrarían en una pata de dinosaurio?

Si esto mide una pata, ¿cuántas entran en el cuello del Diplodocus? De esta manera empezamos a comprender la relación de  escala entre las diferentes partes de su cuerpo.

 

 

Comenzamos a buscar cartones gigantes y los unimos.  Dibujamos, borramos, volvimos a dibujar.  ¡Y al fin comenzamos con la témpera! Y pintamos con pinceles, con los manos, con trapos, con esponjas para conseguir las diferentes texturas de la piel.  Y después a recortar.  

Solo para valientes: ¡¡¡Cliqueen aquí para visitar la cueva!!!

Fósiles

En una segunda etapa, e inspirándonos en unas improntas que vimos en el museo, se nos ocurrió experimentarlo.  Juntamos hojas con nervaduras, aprendimos a preparar yeso e hicimos las impresiones imitando la formación de fósiles.  Tan entusiasmados estábamos con la técnica y el resultado que decidimos poner manos (y patas) a la obra dejando nuestras huellas grabadas en la memoria.

Maquetas

La idea fue representar los diferentes ambientes donde vivieron los dinosaurios.  Volvimos a leer y miramos imágenes.  Empezamos a juntar y clasificar materiales.  Hojas, piedras, palitos, arena.  Entonces comenzamos a construir las maquetas.  Volvimos a revisar la relación de tamaño entre los dinosaurios que teníamos y los elementos de su hábitat.